No es insomnio, son simplemente mis ganas de
pensar en ti las que me mantienen en
vela,
Recorro la duda de un quizás, me empapo de
este reconcomio por volver a verte, que se expande como epidemia,
Es como una peste que nombro de forma
peyorativa y al mismo tiempo que amo
como a tu imagen.
Amo la semejanza que tienes con mi
definición de perfección,
Irritados mis ojos por apreciar la luz de tu autenticidad, tus
posibles defectos que no hacen más que engrandecer tu humanidad ante esta cualidad mía de ponerle nombre a
todo lo que haces,
Tengo el corazón en ayunas, mis arterias
gritan redención,
Mis brazos exigen el calor que
supuestamente se produciría si te tuviera entre ellos por más de un saludo,
Ya han llegado los días en que la cuenta
regresiva empieza a ensordecer esta visión tan clara que tengo sobre mis
pretensiones,
Humo espeso camuflado entre la niebla, una
historia entre dos personas y se enteran todos menos ella.
El cielo lleno de estrellas pero me
conformo con encontrar una en la orilla del mar,
Dejar huellas que no borren los reproches
que hace la realidad, las responsabilidades que obligan a mantener una postura
de vida absurda,
Vuelve a mí cordura, exijo tregua,
No por dolor, más bien el miedo idiota de
sentirme tan alegre,
Contradicciones que aumentan la pasión en
este teatro,
Te espero tras bambalinas, allí solo pídeme una explicación de todo esto que departo,
Entenderás así la visión que tengo de ti y
de mí, la misma que me hace feliz como si en verdad te interesara este
anagrama.
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